Quisiera presentar a través de este
ensayo un comentario al libro V de la Política de Aristóteles y una comparación
del mismo con la situación del régimen político de nuestro país, porque me
parecen muy actuales algunas críticas que hace Aristóteles a los distinto
régimen vigente en su época.
Primeramente aclarar que para
Aristóteles todos los hombres tienen la capacidad de reconocer la justicia y la
igualdad, pero se equivocan en el modo de alcanzarlas. Y esto lo analizaría
como se dan en los distintos regímenes políticos.
En la democracia se supone que por
ser iguales en un aspecto deben ser iguales en todo, se piensa que por ser
todos igualmente libres, han de ser absolutamente iguales. Por su parte, para
la oligarquía, que por ser desiguales en un aspecto, han de ser desiguales en
absoluto, en la adquisición de bienes tiene que ser totalmente distinto siempre
procurando tener más que los otros. La revolución se impone cuando ambos bando
no obtienen en la república la parte que estiman corresponder a las ideas que
sustentan:
“Los
ciudadanos se sublevan, ya en defensa de la igualdad, cuando considerándose
iguales se ven sacrificados por los privilegiados; ya por el deseo de la
desigualdad y predominio político, cuando, no obstante la desigualdad en que se
suponen, no tienen más derechos que los demás, o sólo los tienen iguales, o
acaso menos extensos”[1].
Vemos entonces que la revolución
tiene por causas la búsqueda de la igualdad o desigualdad, que se puede dar por
distintos factores: el lucro, el honor, la soberbia, el miedo, el afán de
superioridad, el desprecio, el incremento desproporcionado de poder, la
negligencia, la mediocridad y la disparidad.
Según Aristóteles las revoluciones en
la Democracia se producen a veces, porque los demagogos insultan a las clases
superiores con la mira de agradar al pueblo y promueven su unión, denuncian
falsamente a lo que tienen riqueza e insisten a los de la clase inferior para
aliarse en contra de los ricos, esto hacen muchas veces repartiendo las
propiedades o reduciendo sus ingresos por la imposición de servicios públicos:
“En la democracia las revoluciones nacen
principalmente del carácter turbulento de los demagogos. Con relación a los
particulares, los demagogos con sus perpetuas denuncias obligan a los mismos
ricos a reunirse para conspirar”[2].
Estas afirmaciones podemos comparar
con nuestra realidad política, pues en este país los políticos no hacen más que
hablar a espalda de los grandes trabajadores quienes son estorbos para los
grandes demagogos de nuestro país que quieren perpetuarse en el poder y crean
sus propios discurso para mantener engañadas a la gente. Lastimosamente nuestra
gente de dejan llevar por el fanatismo y actúan desde sus sentimientos y sus
convicciones políticas
Este tipo de gobiernos se destruyen
sobre todo por la desviación de la justicia en la forma misma del gobierno. Y
como vemos podemos encontrar muchas similitudes en las desviaciones de estos
dos regímenes. Por eso decía que el pensamiento político de Aristóteles tiene
mucha valides y actualidad y nos sirve como una herramienta para poder analizar
cualquier sociedad en nuestro día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario